Amor en La Biblia


LA SOLUCIÓN DE DIOS PARA MUCHOS PROBLEMAS: AMOR

1 Corintios 13:4-8 
(4)  El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.
(5)  No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.
(6)  El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.
(7)  Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
(8)  El amor jamás se extingue . . . 


  • El Problema de la Impaciencia: El Amor es Sufrido
  • El Problema de la Crueldad: El Amor es Benigno
  • El Problema de los Celos: El Amor no tiene Envidia
  • El Problema del Orgullo: El Amor es Humilde
  • El Problema de la Grosería: El Amor es Cortés
  • El Problema del Egoísmo: El Amor es Desinteresado
  • El Problema de la Irritabilidad: El Amor Siempre está de Buen Humor
  • El Problema de la Desconfianza: El Amor piensa en Lo Mejor
  • El Problema de la Insensibilidad: El Amor se Preocupa


Nosotros, como seres humanos somos capaces de responder al mandamiento de Dios de ser amables unos con otros. Podemos tener el amor que puede incluir enemigos, podemos ser amables con los que nos persiguen. Jesús no requiere lo imposible cuando dijo: "Amad a vuestros enemigos" (Mateo 5:44). Este era el amor que se expresa en hacer el bien para ellos. Es en este sentido que Dios amó al mundo y lo demostró al enviar a Su Hijo al Calvario.

¡Este es el tipo de amor que nos gustaría compartir con usted!


Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos pende toda la ley y los profetas. (Mat 22:37-40)

Si nos atenemos a estos dos mandamientos, no habría ningún asesinato, no habría robo, no habría malos sentimientos hacia nuestros semejantes.
 
La única manera de aprender a tener este tipo de amor es estar en Cristo Jesús (Efesios 1:3). La única manera de cambiar el mundo es comenzar con nosotros mismos.
 
Esto es lo que tratamos de hacer en la Iglesia. ¡Te invitamos a estudiar más con nosostros!